Transcribo
un fragmento de la nota publicada en La Nación de hoy. “Carrió y la UCR cuestionan la suba de las tarifas y
exigen cambio” Claudio
Jacquelin LA NACION
“ No
te equivoques, Aranguren no toma ninguna de estas medidas sin el apoyo y el
impulso de Macri y sin que esto se hable en la mesa chica del Gobierno", le advirtió un ministro a este
cronista la semana pasada.
En las
reuniones con su gabinete y con sus aliados, Macri lo reafirma. "El problema de la Argentina es que a
la gente le hicieron creer que se puede tener luz, gas y agua gratis y tiene
que aprender que son bienes escasos y costosos y que hay que pagar lo que
cuestan", se le ha escuchado decir al Presidente reiteradamente.
Algo
similar fue lo que le retrucó a Cornejo cuando el radical cuestionó la política
tarifaria. El gobernador mendocino había arrancado su encendida crítica con
referencias a las demandas que recibe en su provincia, cuya economía está
complicada por el atraso cambiario y el costo de la energía, que afecta a la
producción agroindustrial. Macri ya había sido inflexible cuando visitó Mendoza
y los viñateros reclamaron por las tarifas eléctricas: los despachó con la
recomendación de que modifiquen la alimentación de los sistemas de riego. El
ingeniero siempre le gana al político”
Huelgan las
palabras, en este caso porque ya está todo dicho. La misma frase se la escuché
al Periodista Majul hace casi dos años cuando los primeros aumentos de tarifas.
El agregó algo sobre que si éramos pobres teníamos que darnos cuenta. No lo cito al nombrado periodista en forma
textual porque no lo recuerdo exactamente. Si el sentido de sus dichos, porque
me impactaron de tal forma que no podía creer lo que escuchaba.
Lo cito no
de forma caprichosa o por alguna forma
de animosidad contra el mencionado periodista, sino para hacer ver que no son
frases casuales sino un profundo
convencimiento por parte de la dirigencia del PRO. No esperemos de este
gobierno, algo que se parezca a la mirada humanista sobre las cosas, son
economistas fríos y calculadores a los que solo les interesan los fríos
números. Y que al mejor estilo de los
viejos y nuevos conservadores, se
ensañan contra la clase media ( Sectores asalariados, ingresos fijos , pequeños
empresarios de la industria o el comercio, cuentapropistas, profesionales etc)
a la cual odian explicita o inconscientemente, por osar pretender la movilidad
social. Los sectores más altos de la
pirámide de ingresos goza de todos los beneficios de esta administración y las políticas que se instalan. Los sectores más desprotegidos están
cubiertos por paupérrimos pero políticamente eficientes planes sociales ( no
únicamente el macrismo como conservadurismmo más explícito, sino también el gobierno anterior
como conservadurismo populista que dejó un 30% de Pobres). Si alguien recuerda
aquello de: PAN Y CIRCO no es casual. Por eso yo decía hace casi dos años que con estas políticas la única forma de
llegar a la pobreza cero era sumergiendo a todos los pobres en la indigencia
más abyecta. Y parece ser el camino reivindicado por el gobierno. No sea cosa
que además de agua para tomar, bañarse o lavar la ropa, de electricidad para
iluminarse en la oscuridad de la noche o refrigerar sus alimentos. O pecado
mortal pretender tener un aire acondicionado, por no hablar del gas que
derrocharan andando en patas y en cuero en sus casas durante el crudo invierno.
Estas gentes pretendan, Educación de Calidad, Salud de calidad, Seguridad para
las familias, Justicia pronta y para todos.
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