martes, 31 de octubre de 2017

No nos une el amor sino el espanto



“No nos une el amor sino el espanto”  es un verso de Jorge Luis Borges, creo que es la exacta definición de lo que pasó el 22 de Octubre en las elecciones de medio término.    Una contienda nacional pero que se centralizó en  la puja de la provincia de Buenos Aires entre las dos versiones del conservadorismo. A)  El conservadorismo prolijo y  declamado de la alianza gobernante  (Sobre todo del Pro y Coalición Cívica, el radicalismo residual es un furgón de cola con cierta contaminación populista) y B) el conservadorismo populista que encarna Cristina Kirchner con su discurso pretendidamente progresista, pero en la práctica tan o más conservador que el partido gobernante.
 Yo creo que, hoy por hoy,  nadie con dos dedos de frente, cree que en el mediano plazo se pueda alcanzar: A) una disminución de los escandalosos índices de pobreza que dejó el último periodo peronista-kirchnerista (2001 al 2015) ni B) un desarrollo uniforme de nuestro país, basado en infraestructura acorde para desarrollar las riquezas del interior o  C) desarrollo del conocimiento inclusivo para nuevas tecnologías.
Es sabido (y el que no lo sepa analice los hechos concretos) que al conservadorismo neoliberal solo le interesan las obras en grandes centros  urbanos donde están los  votos. (Por eso si bien este gobierno es estéticamente mejor, que el modelo  de salvajismo frívolo del menemismo de los noventa, “cirugía sin anestesia” “Ramal que para Ramal que cierra”, no se diferencia al menos en estas prácticas, especie de menemismo tuneado).  Por lo tanto lamentablemente todo hace pensar que se seguirán  socavando los recursos de los estados provinciales en beneficio del estado nacional y del pretendido “Fondo del conurbano” un invento menemista que la actual y carismática gobernadora de Buenos Aires está reflotando.
 Al populismo conservador que encarna el peronismo residual y del  que el kirchnerismo es su  más refinada expresión,  concibió la Obra pública  también como usina de votos, pero además como elemento de propaganda y como caja para financiamiento  o enriquecimiento de funcionarios y empresarios amigos.
No se debe olvidar  que el recordado presidente Menem y  su superministro Cavallo  transfirieron a  las provincias  la Educación, la Salud, la Justicia, la Policía etc.  Sin los recursos correspondientes obviamente. Por eso que la disminución de impuestos provinciales, que seguramente pueden llegar a ser distorsivos, yo no soy tributarista, como ingresos brutos , sellos etc. aumentarán los déficit  provinciales y  resentirán severamente  los servicios básicos de la población del interior del país. Yo escribí algo sobre la necesidad de repensar la coparticipación federal, pero en un sentido más federal no más centralista. Porque de lo contrario y siguiendo al filosofo Jacobo Winograd: “Billetera mata galán”. La solución de aumentar aún mas los impuestos inmobiliarios rurales y urbanos en un porcentaje de duplica el índice inflacionario oficial, en distritos como Entre Ríos donde ya el gobierno kirchnerista de Uribarri los subió en forma  excesiva no parece ser una buena receta.
Se dice que se propondrá una reforma tributaria casi exclusiva para favorecer a las grandes corporaciones (Las personas físicas por ejemplo no tendrían disminución alguna en el impuesto a las ganancias, el impuesto al cheque se  compensaría con ganancias o sea que monotributistas  por ejemplo  lo seguirán pagando, es que la distorsión es solo para  algunos,  se pondría un impuesto del  15 % al parecer sobre la venta de una segunda vivienda.) Retomando la consabida Teoría del  “Derrame” (joya de los noventa) que como es sabido nunca se produce, o por los menos las grandes corporaciones tienen muy buen pulso y no derraman ni una gota de sus copas.
Se encararía un reforma previsional  (que básicamente  cambiaría el cálculo del reajuste jubilatorio etc) para compensar los déficit originados por las jubilaciones sin aportes promovidas por el otro conservadurismo: El populista.  Dependerá también, seguramente en menor medida, de la posibilidad de blanquear trabajadores en negro.  Estos recursos serían volcados al pago de los Servicios de la Deuda. Cualquier  coincidencia con Martinez de Hoz o  Cavallo no es casualidad. (Ojalá no se les de por poner en marcha la maquinita del Central cuando los caprichos de los grandes financistas internacionales se nos pongan adversos y  tengamos otra Crisis de la deuda.)
La reforma laboral se haría gremio por gremio con la anuencia de los versátiles dirigentes de la central obrera. Probablemente sea la menos problemática.
En su cuento “El problema de Marcie Flint” John Cheever pone en boca  del alcalde de un pueblito de la periferia de Nueva York la siguiente frase: “Me alegro que esté zanjado definitivamente el asunto de la Biblioteca. Tenía algunas dudas, pero estoy en contra de cualquier cosa pública” muchos de los actuales neoconservadores de la alianza gobernante adhieren a este concepto,  sobre todo un grupo marginal de un salvajismo llamativo que de tan economistas no saben nada de los riesgos de las tensiones sociales.  Los otros conservadores los populistas quieren un estado elefantiásico y  utilitario a su intereses .
Yo cuando ganó el ingeniero Macri, allá por Diciembre de 2015,  escribía que por primera vez un conservador ganaba en elecciones libres y que esta era una gran oportunidad para que apareciera una fuerza de centro izquierda moderna realmente progresista.   Esto aún no se vislumbra, todo el aparato gubernamenta , inteligentemente por cierto, propicia la dicotomía con el kirchnerismo-peronismo residual.  Hasta algunos periodistas supuestamente de  izquierdas  reivindican al kirchnerismo como vehículo para  los logros de las clases menos favorecidas. (Sorprendente pero real, o quizás han perdido su capacidad de sano juicio para discernir la disociación entre discurso y praxis)  En realidad mientras exista esta falsa dicotomía nada cambiará realmente en nuestro país.
Así nos seguirá uniendo el espanto, en este caso el  espanto al autoritarismo, la corrupción generalizada.   Ojalá ese espanto no nos cueste muy caro, como ocurrió en la década del noventa. En  química el catalizador favorece o desfavorece una reacción química sin participar en ella,  eso ocurrió con la corrupción kirchnerista, los despropósitos discursivos del kirchnerismo duro en contra de la clase media y la absoluta falta de autocrítica de la principal candidata opositora de la provincia de Buenos Aires. Catalizando el triunfo oficialista  en las elecciones de Octubre.
Ojalá en el  futuro a unos y a otros nos unan  las ideas, los proyectos de país, los consensos básicos.  ¡Ojalá dejemos de elegir entre astillas del mismo palo!  Empresarios millonarios que participan en política para defender sus intereses corporativos o  Políticos millonarios que juegan a ser empresarios para defender también sus intereses corporativos.